Signo lingüístico
El signo lingüístico es un elemento representativo que presenta dos aspectos: el significado y el significante, que actualmente son fundamentales para el SEO semántico.
La definición clásica de signo (al menos desde la Edad Media) es la de algo que se usa, se menciona o se toma en lugar de otra cosa (aliquid pro aliquo).
Cuando oímos la palabra «perro», reconocemos la secuencia de sonidos que la componen. Estos sonidos se identifican con el recuerdo que tenemos de ellos almacenado en nuestra mente. Este recuerdo constituye una imagen sonora real, almacenada en nuestro cerebro, que es el significante del signo «perro».
En los signos lingüísticos, el significante y el significado de una palabra se unen, formando un todo inseparable. Esta noción de signo fue creada por el lingüista Ferdinand de Saussure, padre de la lingüística.
Características de los signos lingüísticos
Los signos lingüísticos tienen dos características principales:
Arbitrariedad del signo
La unión de significado y significante es arbitraria; no existe una razón natural para esta asociación. Es inmotivada. Por lo tanto, la representación del concepto podría realizarse con cualquier significante.
Linealidad del significante
Los signos lingüísticos se consideran en una sola dimensión. Las letras y las palabras se suceden en línea, una tras otra.
Además de estas dos características principales, los signos lingüísticos son simultáneamente inmutables y mutables:
Inmutabilidad
Los hablantes no eligen los significantes; estos les son enseñados por otros hablantes de la lengua que ya han establecido la relación entre significado y significantes. Se trata, por lo tanto, de una asociación impuesta, como una herencia cultural, que proviene de los hábitos lingüísticos de cada lengua.
Mutabilidad
Todas las lenguas están sujetas a cambios con el tiempo. Este proceso es a largo plazo y está influenciado por el uso social y colectivo de la lengua. Un solo individuo no puede provocar cambios en los signos lingüísticos. Estos cambios son importantes para preservar la continuidad de la lengua.

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